En al cultura occidental, durante mucho tiempo la carne de cerdo no era muy recomendada para su consumo de embarazadas o mujeres que estaban dando de lactar, ya que era considerado un alimento dificil de digerir y con altos porcentajes de grasa.
Hoy en día medicos y nutricionistas recomiendan incorporar la carne de cerdo, a todo tipo de dietas por su alto aporte nutricional en todas las etapas de desarrollo, siempre cuidando la adecuada manipulación y cocción.
Alguno de los nutrientes fundamentales que aporta la carne de cerdo en la etapa de gestación y lactancia son las proteínas, fosforo mineral, zinc, vitamina B6 y riboflavina.